Propuesta / Colaboración PU.a + Vladimir Kalinowski + LKS + PROYECTA
Equipo: Jose Marteleira, Alberto Granizo, Carolina Gonzalez Gallegos.
Asesoría Estructural: Alberto Ordoñez (ALBORIC)
¿Quién va a los museos? Gente versada, la elite, turistas, alumnos de arte o arquitectura personas retiradas con mucho tiempo a su disposición, Esto ocurre en todo el mundo. Cualquier persona sin importar su lugar, origen, nivel educativo, edad o genero finalmente puede ir. Son ese tipo de espacios que forman parte del repertorio de las infraestructuras y servicios que las ciudades aspiran convertir en focos permanentes de interés para los más diversos visitantes e incluso, si las condiciones inherentes lo permiten, en iconos urbanos.
Lima no ha tenido, una gran tradición de museos o edificios expositivos de envergadura metropolitana durante el siglo XX, lo cual no implica que no hayan existido. Y espacios dedicados al arte contemporáneo han visto solamente en el nuevo siglo un renacer de forma más intensa gracias al mecenazgo permanente privado y a un renovado interés del sector público (siendo el MALI un protagonista en este devenir). Aun así la demanda de visitantes, ciertamente en alza permanente, aun debe consolidarse de forma más general, atrayendo a todos los sectores de la sociedad capital. La dificultad radica en el hecho que Lima es una ciudad de barreras invisibles y arraigadas, definidas por los intersticios de aquellos fragmentos que la componen. Esto da como resultante un reto vigente: expandir la accesibilidad ciudadana hacia espacios con esta tipología y que poco a poco se inserten en el imaginario colectivo general. El espacio del parque de la exposición y el entorno del MALI, forman un discurrir de viandantes que no necesariamente hace una pausa en el museo y que constituyen capas que se superponen pero no necesariamente se conectan entre si y, si se agudiza la mirada, nos revelan la dimensión de aquellos limites tácitos que no le permiten a muchos por curiosidad o avidez de información traspasar los umbrales que la ciudad dispone para estos servicios dedicados a lo expositivo y reflexivo.
Las nuevas tecnologías de la información y los sistemas venideros de trasporte público masivo han potenciado algunas tipologías arquitectónicas sobre otras, y los espacios expositivos y lectivos dedicados al arte se han visto fortalecidas. Los visitantes usuales requieren ser motivados sensorialmente y el arte contemporáneo es hoy parte del entretenimiento y disfrute de lo urbano. Esta propuesta apela a contribuir (los edificios tienen poder limitado) a ir derribando paulatinamente esos límites en los umbrales de la ciudad maximizando lo público y la libre accesibilidad aparente y perceptual buscando que las capas que fluyen incesantemente terminen conectándose.
